Deforestación: sólo quedan 20 yaguaretés en el Gran Chaco

La deforestación está cada vez más cerca de extinguir a la especie en el territorio, y mientras observamos el lento avance en el asunto desde la Corte Suprema cabe preguntarnos, ¿Qué representa el deterioro de los bosques chaqueños y el consecuente peligro de extinción de los yaguaretés?
Según el coordinador de la campaña Bosques de Greenpeace, Hernán Giardini, durante el 2020 ya eran más de 10 mil las hectáreas de bosques deforestadas, representando un daño irreversible para los recursos ecológicos del país, que desde el 24 de junio entró en default ambiental. ¿Qué significa esto? Que nuestro país no se está tomando la emergencia ecológica en serio.
Y las consecuencias de esta subestimación se ve en situaciones como las de los menos de 20 yaguaretés que habitan el territorio chaqueño, que se encuentran en peligro de extinguirse a causa de los desmontes para desarrollar actividades de ganadería intensiva, y la cacería furtiva penada por la ley pero no controlada. Al igual que ellos, se estima que otras 25 especies de mamíferos están amenazadas por las mismas actividades, tales como el tatú carreta, el tapir y el aguará guazú.
Esta misma entidad presentó en julio de 2019 un amparo judicial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación en representación de la especie en peligro y de los Derechos de la Naturaleza, exigiendo que se garantice “Deforestación Cero” en Salta, Formosa, Santiago del Estero y Chaco, provincias donde se encuentra el hábitat del animal. Tres años más tarde, la Corte convocó a Greenpeace a participar de una audiencia pública con temática de la “Preservación de especies en peligro de extinción y actividad económica – Yaguareté”.
Por qué es importante preservar al yaguareté y frenar la deforestación en el Gran Chaco
Es la primera vez en nuestro país que se da una un hecho judicial como este, en donde se demanda a las provincias mencionadas y al Estado nacional por “violar sistemáticamente la Ley Nacional de Bosques”, convirtiéndose en responsables de la extinción de los yaguaretés al no respetar los territorios necesarios para su subsistencia.
Según la Agencia E.F.E, Desde la sanción de la Ley de Bosques en 2007, se deforestaron más de 3 millones de hectáreas en Argentina, y 75% del territorio afectado son de las provincias de Santiago del Estero, Salta, Formosa y Chaco.
El yaguareté es una de las pocas especies de la fauna argentina que ha sido declarada Monumento Natural Nacional por la Ley Nº 25.463. Y de acuerdo a esta norma, tanto la Administración de Parques Nacionales como la Dirección de Fauna Silvestre de la Nación deben implementar un plan de manejo que asegure su supervivencia. De manera que su valor nacional es casi tan importante como su valor ambiental: y es que el yaguareté, al ser un depredador, cumple un rol clave en el control de las poblaciones de flora y fauna de su hábitat.
Si bien Chaco lleva adelante un proyecto junto a la Fundación Rewilding Argentina, para repoblar de yaguaretés la zona de en el parque nacional El Impenetrable, mediante la construcción de una estación de campo, no deja de ser sólo una buena iniciativa en medio de la sostenida deforestación del resto de la región.
“Las poblaciones remanentes de yaguaretés están asociadas a la presencia de áreas protegidas o de zonas inundables con baja densidad humana y poca deforestación. Estudios científicos detectaron una enorme disminución poblacional en la ecoregión del Chaco Seco argentino, con probabilidad de extinción en algunas zonas. Además de la presión de caza, otra amenaza significativa para la conservación del yaguareté es la disminución de la calidad ambiental y la fragmentación y pérdida de grandes superficies de bosques provocadas por el avance de la frontera agrícola-ganadera.”
Greenpeace – Al borde de la extinción: La deforestación amenaza a los últimos yaguaretés del Gran Chaco Argentino

Los desmontes de grandes superficies de bosques no sólo afectan a los yaguaretés, sino que también peligra la diversidad de flora y fauna de esta valiosa ecoregión. Y es que los bosques del Gran Chaco, ecorregión que se extiende mayoritariamente en Argentina hasta incluir territorios de Bolivia, Paraguay y Brasil, son una de las áreas de mayor biodiversidad en el planeta, conteniendo vegetación y vida silvestre únicas. Su deforestación no sólo perjudica a especies como el yaguareté, sino que nos afecta a todes, ya que es uno de los pocos escudos que nos quedan contra la crisis climática.
Más de 3.367.308 hectáreas de bosques nativos han sido perdidas, 45% de ellas bajo leyes nacionales que no surten efecto. No hay control, no hay reforestación. No hay protección para esos territorios, especies y comunidades campesinas e indígenas que viven allí.
¿Cuánto más resistirán nuestras tierras? ¿Cuánta más forestación y biodiversidad matará el avance agropecuario y la caza ilegal? El yaguareté sólo es un pequeño reflejo de sus enormes consecuencias.
Fuente: Greenpeace
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