Caso Maira Benitez: 21 años de condena y sin ninguna verdad
*Por Pamela Soto y Gabriela Pellegrini
“Cuando sea grande voy a ser una guerrera para luchar contra los hombres malos que se llevaron a mamá”. Brisa la espera todos los días, tiene 5 años y le resulta imposible entender por qué su madre no está con ella para cuidarla. Es la hija de Maira Benitez, tenía 2 años cuando su mamá desapareció una noche de diciembre de 2016, después de la recepción de su tía Vanesa, quien acompaña y trata de explicar aquello que ni la familia entera logra comprender y mucho menos aceptar.
Vanesa, Magalí, Fabio o los otros hermanos no pueden despegarse de la esperanza de que “algún día Maira vuelva”, y es lo que hablan con Brisa mezclando palabras en futuro y en pasado y dejando deslizar los “Maira era” y los “Maira es” en las conversaciones. Esa es la huella que deja en una familia una persona desaparecida.
Porque a Antonia, la madre de Maira, le cuesta decirlo, no puede siquiera pensar, menos expresar la idea de que su hija haya sido asesinada. “A mi no me sirve de nada que Rodrigo Silva esté 21 años preso si no dijo qué hizo con mi hija”, afirma con la impotencia de quien espera una verdad que aún no llega, ya que el pacto de silencio entre los acusados le ha negado su derecho a llorarla y cerrar el duelo.
Este 2 de mayo de 2019, la tranquilidad de la mañana de Villa Ángela fue alterada con la presencia de periodistas y de movimientos feministas que acompañan a la familia de Maira desde el comienzo de su búsqueda. En la Cámara del Crimen de la Tercera Circunscripción del Poder Judicial de la provincia había más gente que lo habitual: familiares, amigos, movimientos sociales y defensoras de los derechos de las mujeres que daban un marco diferente a los tribunales villangelenses. Hasta la presencia del Procurador General, Jorge Canteros, dio marco a la lectura de la sentencia por parte del Tribunal compuesto por los jueces Ricardo González Mehal, Hilda Beatriz Moreschi y Daniel Javier Ruiz.
Todo sucedió muy rápido, segundos después de las 10 de la mañana, como estaba previsto y luego de que el presidente del tribunal saludara a los presentes en la pequeña sala del cuarto piso del edificio judicial de Villa Ángela, se leyó la condena a Rodrigo Silva, principal imputado, a quien se encontró “penalmente responsable del homicidio simple” de Maira, pero lo absolvió de la acusación por “facilitación de la prostitución”, por lo que deberá cumplir 21 años de condena en prisión. Además fueron absueltos el resto de los imputados: Catalino Silva –padre de Rodrigo- como partícipe secundario; Luis Coria, Gabriel Cáceres, Héctor Cáceres y Magdalena Belén Ledesma, acusados de encubrimiento agravado. Y determinaron la imposibilidad de que el caso sea enjuiciado como femicidio, lo cual había sido solicitado por parte de la querella en los alegatos, que fueron anulados por el Tribunal.
Un crimen probado aún sin hallar el cuerpo
Sin embargo, además de algunos aspectos resolutivos, no se dio lectura a los fundamentos que sostienen este fallo, los cuales aún no se hicieron públicos. En ese sentido, Pablo Vianello, abogado querellante, sostuvo que el tribunal le dio la razón al admitir que hubo un crimen y condenar a Silva. “A Maira la mató Rodrigo Silva, hay 35 elementos que prueban que Maira estuvo con él la noche previa a desaparecer”, dijo al tiempo que destacó la evidencia clave de los perros que hicieron los rastrillajes de búsqueda que “que marcaron la presencia de Maira viva, y la presencia de restos humanos”, así como y también “los testigos que la vieron entrando al campo, y después ven salir a Rodrigo pero sin Maira”, recordó.
El abogado habló también de la jurisprudencia que sienta este caso en materia judicial en la provincia ya que “es el primer crimen en Chaco que se condena sin haber encontrado el cuerpo”, apuntó.
Para contextualizar se refirió al caso Erica Soriano, desaparecida el 20 de enero de 2010 en provincia de Buenos Aires por el cual condenaron a Daniel Lagostena a 22 años de prisión por “homicidio en concurso real con aborto en contexto de violencia de género”. “El cuerpo de Erica nunca fue encontrado, y aún así lo condenaron por el homicidio y se probó el contexto de violencia. Ahora Chaco también tiene jurisprudencia en ese aspecto al haberse probado que Rodrigo Silva mató a Maira Benítez”, destacó Vianello al resaltar como “logro” la condena.
Un juicio sin perspectiva de género
Por otra parte, advirtió el hecho de que en el caso Soriano sí se aplicó perspectiva de género en la condena pero en el de Maira no. Razón por la cual el Tribunal anuló su alegato en el que solicitaba que se condene a Silva por “femicidio”, por considerar que no estaba probada la violencia de género en la que estaba sumida Maira. “Durante el juicio no se pudo acreditar a pesar de que había numerosas pruebas como mensajes de textos de amenazas, las pericias psicológicas a Rodrigo constatan que es misógino, que desprecia el género y que es violento, y testimonios de los hermanos de Maira que presenciaron escenas de celos de Rodrigo hacia Maira”, señaló Vianello.
Por eso es que ha resuelto apelar el fallo presentando un recurso ante la Cámara de Casación Penal de Resistencia. “Si bien el fallo fue acorde a la imputación que se hizo, nuestro miedo era que Silva quede libre y eso no pasó. Pero queda por resolver el rol que cumplieron los demás acusados que fueron absueltos y para los cuales nosotros buscamos que se aplique también una condena, y el agravamiento por violencia de género, del que claramente era víctima Maira”, aclaró.
Para Antonia, la mamá de Maira, quedan claras dos cosas: la primera es que el pacto de silencio entre los acusados no le permitirá saber qué pasó con su hija ni dónde la escondieron; la segunda, que no habrá reparación económica ni reconocimiento alguno para la pequeña hija de Maira que, con este fallo sin perspectiva de género, nuevamente el Estado y la Justicia la ha dejado desamparada.
En ese sentido, los colectivos feministas chaqueños fueron precisos: “Se vuelve urgente la inmediata aplicación de la Ley Micaela” para garantizar una Justicia con agentes capacitados que investiguen y sentencien con perspectiva de género para que luego sea aplicable la Ley Brisa, que beneficia a los hijos de las víctimas de femicidios, como debieran hacerlo con la pequeña que hoy con tan solo 5 años de edad no tiene a su mamá y el Estado no la protege.
*Periodistas
Categoria: Justicia | Tags: Derechos humanos, familia, Género | Comentarios: 0