Las memorias de los ancianos Qom: Lecturas pluriculturales


Tercera parte
En esta última entrega de nuestra travesía histórica por nuestros orígenes –escribo travesía porque todo viaje por nuestra memoria conlleva riesgos, porque puede alterar certezas o miradas unívocas-, lo haremos a través de la gran investigación, convertida en libro, de Orlando Sánchez, excelente lingüista, historiador e investigador Qom: Historias de los Qom del Gran Chaco contadas por sus ancianos (escrito en qom y en castellano), que integra ahora la Colección intercultural bilingüe “Nuestras Voces”, de Librería Editorial Contexto.
“Chaco Puede”: El discurso de la dictadura en el Centenario de Resistencia:
Tenía 14 años cuando se conmemoró, el 2 de febrero de 1978, el Centenario de Resistencia. Estábamos en plena dictadura cívico militar y por ese entonces el eslogan que identificaba al gobierno dictatorial en nuestra provincia era “Chaco Puede”. Tal como lo recuerda María Silvia Leoni, en el acto central Antonio F. Serrano, gobernador de facto, rindió homenaje a aquellas familias «que con su presencia de grupo, de organización y trabajo, formaron una colectividad y un grupo social, al amparo y la protección del ejército, al amparo de la Iglesia de Dios y de Cristo…. Esto es lo rescatable y lo que da a nuestra querida provincia del Chaco la personalidad, el vigor, el temple…Esto origina hasta su propia cultura… que surge de esta ascendencia racial, cultural y religiosa”.
Establecía así, con ese discurso, la epopeya del Chaco Gringo como la tradición fundacional y dominante, el espejo rector desde el cual mirarnos y reconocernos. El ejemplo a imitar. E instituía al ejército y la iglesia, bajo la admonición de la alianza entre la cruz y la espada, como los garantes del desarrollo y la paz del Chaco.
Sobre la base entonces de esa primera colonización, planteaba ahora un nuevo desafío: la colonización completa de la provincia, el camino hacia el desierto verde del Impenetrable.
El 23 de septiembre de ese mismo ’78 se fundó en el kilómetro 141 de la ruta Juana Azurduy, Fuerte Esperanza, como símbolo e inicio de la campaña del Oeste –de nuestro lejano Oeste- con la presencia del Dictador Videla. Evoca en su discurso la Campaña del Desierto en el sur y en el norte argentinos, las tareas “civilizadoras del Ejército y evangelizadora de la Iglesia para incorporar a los indios y a las tierras despobladas a la civilización”.
Ese mismo año se pone en marcha también el operativo “Toba 2” –el “Toba 1 había empezado en el ‘76-, que bajo la forma de campañas de «acción cívica» para «acercar las fuerzas armadas a la sociedad civil”, incluían pintar escuelas y arreglos en instituciones estatales, escondían los «otros operativos», los destinados a tomar prisioneros políticos, en especial, vinculados a las Ligas Agrarias.
Hay que advertir aquí la perversidad de ponerle el nombre de un Pueblo Originario, al que se seguía llamando salvaje y bárbaro y en el fondo no se lo consideraba humano, sino parte de la fauna del desierto verde, a una operación represiva de cacería de militantes sociales y políticos.
La búsqueda de las voces y memorias ancestrales:
Orlando Sánchez, Maestro en la acepción de la palabra que los mexicanos otorgan a quienes nos enseñan con su ejemplo y nos abren los ojos a nuevos horizontes de sentido, dedicó su vida a reconstruir-construir una gramática qom capaz de tender puentes hacia todas las maneras dialectales que expresan la cosmovisión de quienes son tanto nuestra historia ancestral como comprovincianos en nuestro presente.
Por aquellos años aciagos de plomo y horror, entre septiembre de 1977 y noviembre de 1979, el Maestro Orlando emprendió la aventura de los viejos caminos que lo llevarían hacia las voces más sabias de su Pueblo Qom: desde Villa Río Bermejito y Miraflores, en el Impenetrable, Juan José Castelli, Pampa del Indio, Sáenz Peña y San Martín, hasta El Colorado, en Formosa. Encontró allí, en las comunidades indígenas que pueblan esas localidades, a quienes había ido a buscar: a los diez ancianos líderes de su pueblo: Do’ xoi Augusto Soria, Nachicyi Juan Zorrilla, Shiuen Juan Alegre, Cabito Leiva, Petoxoic Pablo Yorqui, Po’ oro Luis Núñez, Nacaayi ‘ Silvio Rojas, Qapap José Alsina, Maqaic Moreno Segundo y Neguetaxaiyi Juan Galicio. Conversó con ellos, los escuchó y a través de esas diez voces logró reconstruir historias que se remontan al siglo XVI, en tiempos de la llegada de los conquistadores españoles, las que atraviesan tres siglos de resistencia, que permiten desocultar lo que sucedió en la llamada “Campaña de Conquista del Desierto del Chaco”, las batallas que libraron para sobrevivir en tiempos de guerra y en tiempos de paz y sobre todo la búsqueda de preservación de su lengua y de su tierra, la persistente forma de habitar el Chaco desde su cultura ancestral.
Este libro bilingüe, en su traducción del qom al castellano no es literal. No lo puede ser, nos aclara Orlando Sánchez, porque los distintos ancianos que narran y renarran desde sus memorias individuales y colectivo-comunitarias las Historias del Pueblo Qom conservadas hasta 1977-1979, de forma oral, de boca en boca, de generación en generación, pertenecían a distintas parcialidades, y por lo tanto, al escuchar sus voces emergían distintas formas dialectales de la lengua madre qom.
Traducir entonces no se trata de una mera decodificación técnica de una lengua, concebida ésta como homogénea y unívoca. Por el contrario, representa intentar comunicar el universo simbólico, siempre polisémico, de una cultura, su cosmogonía e imaginarios sociales.
Por eso, precisamente, siento y pienso que sus historias son también las mías. Desearía que sintiéramos y pensáramos que son definitivamente parte de las nuestras.
Francisco «Tete» Romero- Escritor, docente y editor.
Categoria: Libros | Tags: Chaco, Educación, Historia | Comentarios: 0