Los «Tupper Shop» y la libertad sexual: censura y discriminación laboral en Corrientes


Lo sucedido en Corrientes pone en debate, nuevamente, la falta de empatía y respeto por las identidades sexuales y la poca libertad que realmente gozamos como individuos en esta sociedad patriarcal donde la heteronorma corta de cabeza las expresiones de las sexualidades.
El pasado 6 de mayo, en la Ciudad de Corrientes, el Sex Shop Erótica decidió llevar a cabo un Tupper Sex, reunión educativa en donde se instruye acerca del uso de juguetes sexuales y su uso recreativo para utilizarlo de manera segura e informada.
Desafortunadamente el evento fue interrumpido tras la irrupción de inspectores de seguridad, que desalojaron el lugar por “exhibir” juguetes eróticos durante el horario de protección al menor, a pesar de que el evento comenzó pasadas las 22 horas, tiempo en el que finaliza dicho horario según la ley.
Tras lo sucedido el negocio no tuvo la oportunidad de finalizar su exposición, que además de cumplir una función informativa mostraba a su audiencia los productos que ofrecían a la venta. Por lo que el desalojo representó además la imposibilidad de ejercer actividades de marketing para aumentar sus ventas.
Esto significa que tanto el sex shop como las personas que asistieron al tupper sex no pudieron ejercer su derecho a la libertad sexual.
Pero… ¿Qué es la libertad sexual?
La libertad sexual implica la facultad de seguir cualquier tendencia sexual deseada resguardado de cualquier estigmatización social o laboral, así como de cualquier tipo de consecuencias negativas.
Esta potestad se extiende a todas las personas y está expresada en una serie de derechos fundamentales que facultan al individuo para disponer libremente de su cuerpo y su deseo sexual:
¿Qué son los derechos sexuales?
Los derechos sexuales son parte de los derechos humanos básicos y determinan que todas las personas tenemos derecho a disfrutar y expresar una vida sexual libremente, sin violencia ni discriminación posteriores tanto en el ambito social como en el laboral.
Tanto los derechos sexuales como los derechos reproductivos están protegidos por la Constitución Nacional, los Tratados Internacionales de Derechos Humanos y por Leyes Nacionales, y aseguran, entre otras cosas, nuestro derecho a:
- Disfrutar de una vida sexual saludable y placentera, sin presiones ni violencias.
- Acceder a información y atención, asegurando un proceder respetuoso para con la persona.
- Vivir nuestra identidad de género y orientación sexual libremente.
Bajo estas nociones, lo que pasó en en el local atentó contra la libertad sexual del emprendimiento y sus consumidores, laboralmente al emprendimiento y socialmente, a quienes acudieron al tupper sex. Esto solo demuestra la falta de un Estado con perspectiva de género, que permita la circulación de información para vivir una sexualidad plena y segura, en lugar de censurar en base a prejuicios arcaicos que privan a la sociedad de su libertad sexual.


El Tabú como limitador de la plenitud sexual
Lo que pasó en Corrientes es parte de un sistema sociopolítico con autoridades conservadoras que socavan la libertad sexual de su ciudadanía. El Estado, que debería garantizar el ejercicio de los derechos sexuales y el acceso a la información sin violencias e interferencias por parte de terceros, se olvida de las propias instituciones de seguridad, y como resultado de ello emprendimientos como el que fue censurado, no pueden ejercer sus trabajos en el rubro del comercio sin ser hostigados.
Ante ello, la mejor forma de defender nuestra libertad sexual es continuar ejerciendo nuestro derecho a informarnos y a consumir, si lo deseamos, cualquier tipo de juguetes eróticos para vivir una sexualidad plena y segura.
Categoria: Derechos humanos, Sexualidad, | Tags: Argentina, Chaco, Derechos humanos, familia, Sexualidad | Comentarios: 0