Fluir, arte que se mueve y expande


Mamá, ¿cuándo me van a crecer las alas? Preguntan muchas veces les niñes en ese impulso innato por explorar y expandirse. Encontrar los medios suele ser una suma de decisiones y también de oportunidades, de movimientos a los que ponemos stop o simplemente dejamos fluir.
Bohemia charló con Luz Echeverría, una artista del aire, una emprendedora, pero sobre todo, una niña que aprendió a volar. Vamos a empezar por el final, porque lo que convocó el encuentro fue la primera vuelta al sol de “Fluir”, una escuela de acrobacias y circo que nació en febrero de 2020 y en marzo tuvo que enfrentar el freno colectivo.


En enero del año pasado le surgió la posibilidad de armar este espacio como coordinadora, pero con un equipo que hace que las cosas sucedan. El siguiente desafío fue encontrarle un nombre y una identidad que resumiera “la plenitud de estar en el aire, conectada con mente, cuerpo, alma”. Fue “Fluir” el infinitivo elegido para “pensar en esto de no oponer resistencia a lo que va apareciendo, a las cosas que van surgiendo, acompañar y dejar ser que es lo que me hace ser a mí”, explica Luz mientras describe que la imagen del panadero (flor) que se ve en el logo lo trae de la infancia, de pedir un deseo, soplar y ver en el cielo las pequeñas pelusas expandirse.
“Yo seré la cabeza. Pero manos, pies, dedos, cuerpo y todo lo demás de este hermoso equipo son Lorena Moreira, Belén Fernandez Crudelli, Nadia Tofalletti, Norma Roman, Claudia Ortíz, Ana Paula Álvarez, Jazmín Echeverri, Valeria Vazán, Celeste Pujol, Marisol Cabaña, Mariela Álvarez, quienes están de manera estable dando clases, todas aportan desde todos los lugares posibles”.


Es que la pandemia obligó a repensar estrategias, a acercar distancias y potenciar recursos: “Fue aprendizaje puro, por suerte ya estaba este grupo humano que me ayudó con toda la parte virtual”. También tuvieron el acompañamiento estatal a través de subsidios, como por ejemplo el “Impulsar Cultura” y el aporte del Fondo Nacional de las Artes. Como casi todas las escuelas y talleres de arte, llegaron a las casas a través de la virtualidad haciendo lo que se podía, con clases de acro-yoga y circo.
Como muchas actividades, pudieron volver a encontrarse personalmente en septiembre, bajo protocolo. “Fluir, arte en movimiento” pudo concretarse como un espacio multidisciplinar que además de las acrobacias aéreas y circo, incorpora teatro, variaciones de yoga y tae kwondo. Además de las clases regulares para todas las edades –desde los 4 años y sin límite- se dan seminarios los fines de semana que van desde contorsión a malabares, acro-yoga y capacitaciones en teatro. También está la opción del entrenamiento libre que posibilita que las personas más avanzadas en su entrenamiento disponer del espacio y utilizar los elementos con la mirada y supervisión de las profes para ir buscando la autonomía.


Senderos y espacios
Luz Echeverria nació en Santa Cruz en una familia que se fue mudando por la Argentina y a sus 8 años llegó a Corrientes. Allí comenzó su formación artística con el teatro a los 9 años cuando fue becada por el Centro Cultural Correntino. A Chaco llegó a los 18 años a estudiar profesorado de Filosofía. “Justo estaban haciendo un casting para un elenco y entré. Seguí con el teatro y en un momento surgió hacer una obra con la estética circense y vino una chica de Buenos Aires a dar un taller de telas en la Sala 88. Hice un intensivo de viernes a domingo, empezamos 20 personas y terminamos dos. Quedé flasheada. Para el espectáculo nos vino re bien pero después ¿qué hacíamos?”, recuerda.
Y como siempre, el acompañamiento de la familia en esto de encontrar las pasiones es clave. “Ahí fue que mi abuela me regaló mi primera tela para mi cumpleaños. Y mi mamá, que desde chica me decía: ‘Tranquila Luz que vas a encontrar tus alas’, hizo poner una estructura en el techo de mi casa para que pueda colgar mi tela. Con lo que ganaba de teatro me iba a Buenos Aires a tomar talleres de acrobacia aérea”.
Un día, motivada por su compañero de vida y por colegas artistas decidió poner un cartelito en la facultad para dar un taller para principiantes un fin de semana. “Fueron tres chicas, se quedaron re copadas y quisieron seguir, y cada una llevó una más y de golpe mi terraza era una tela colgada con diez personas alrededor y yo dije ¿ahora qué hago? Pedí prestada plata y compré dos telas más. Las propias alumnas se movilizaron para encontrar un lugar y hasta para ponerle un nombre. Nació Aire”. Fue uno de los primeros talleres de aéreos de la ciudad. En el camino se sumó a una escuela de circo y ahí nació Davilu, un elenco que marcó una historia en el arte callejero de Resistencia. Hoy, a sus 37 años, es la punta de la V que dirige el vuelo de esta bandada que es Fluir.


Entre festejos y proyectos
El espacio cumple un año y lo quiere celebrar con el público. Se viene una intervención junto al CeCuAl en la placita del Mate Cocido como parte de un trabajo social para llevar artes circenses a los barrios.
En marzo se estrena una nueva obra que cuenta la leyenda del irupé, con un elenco adaptado a los protocolos actuales de no más de tres personas en escena. Será parte del proyecto “Volver a vernos”, transmitido por Chaco TV.
Todavía queda mucho por contar de esta nueva experiencia que recién empieza, queremos ver muchas plazas, muchos escenarios con gente fluyendo y, si nos animamos, fluir con elles también.
«Fluir arte en movimiento» está en Instagram y en Facebook. Allí vas a encontrar información de cursos, talleres, seminarios y presentaciones. También está en trámite la creación de una Fundación Fluir, para encauzar el trabajo social y el aporte a la cultura regional que ya viene trabajando.
Categoria: Arte y espectáculos | Tags: acrobacias, arte, Chaco, espectáculos | Comentarios: 0