Objetivos altos, decisiones difíciles, resultados dorados


Daniela Giménez, nadadora paralímpica
Es chaqueña, vive en Buenos Aires desde el 2014. Vivió un año en Australia y cuatro años en Corrientes, siempre por el deporte. “Todas esas decisiones fueron muy personales, hubiera querido estar cerca de mi familia. Me fui dando cuenta que a medida de que pasan los torneos y que voy superando ciertos objetivos, me voy poniendo objetivos más altos. Son decisiones muy difíciles y muy costosas, pero hay que tomarlas”.
Logró la primera Medalla de Oro para la Selección Argentina en el Mundial de Natación paralímpica en México, en la categoría SB9, 100 metros estilo Pecho, quebrando la racha de 24 años sin nadadores argentinos en lo alto del podio. Entrena en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) al mando de Juan Manuel Zuconni. Daniela siempre lo nombra en las entrevistas, se sabe parte de un equipo, por eso aclara que no es la única medallista: “A la Selección Argentina le está yendo muy bien”. Ver más en Enard
México, una sede complicada
Esta edición del campeonato mundial estaba planificada para la última semana de septiembre y primera de octubre. La delegación argentina llegó con anticipación al Distrito Federal para realizar el entrenamiento de adaptación de altura, estando esta ciudad a unos 2300 metros por sobre el nivel del mar. Pero el terremoto los hizo volver, complicando esa instancia clave para los atletas y sus marcas.
“No pudimos hacer la adaptación, prácticamente ningún país lo hizo. Fue un mundial muy duro porque la altura se siente muchísimo en los nadadores”, cuenta Daniela. “La primera prueba que competí la pasé terrible. Me faltaba el aire y a la noche todavía me ardía la garganta y me dolían todo el cuerpo de la fuerza que hice”.
Todas estas dificultades impactan en las marcas: “Yo gané el oro con una marca dos segundos por encima de la mía. Se nos hizo difícil llegar a las marcas. Al estar en la altura, la falta de oxígeno es mayor y a la hora de nadar se siente mucho. Es horrible porque no te entra aire y el cuerpo se te llena de lactato”.
La elección de la sede México fue muy cuestionada. De hecho, hubo países que decidieron no participar por la condición geográfica de este país. “La verdad es que no está muy bueno hacer un mundial en la altura”, dice la nadadora, aunque aceptó el reto y lo superó. “Este fue un año raro, yo no competía desde los Juegos de Rio, hace casi un año y medio, lo que es un montón para estar fuera de la competencia”. La Selección Argentina había priorizado esta competencia, la altura no los acobardó.
El año que viene se preparan para los juegos sudamericanos Odesur, la sede aún está indefinida. Pero es el objetivo del equipo nacional.
El sostenimiento estatal
Por representar al país, a los atletas les corresponden dos becas, una por parte de Enard (ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) y otra por la Secretaría de Deporte de la Nación. “En nuestro caso tenemos doble turno de entrenamiento en agua y un turno de gimnasio. No tenemos tiempo para tener otro trabajo. Dependemos mucho de ese dinero”.
Con ambos ingresos, un deportista debería poder dedicarse de lleno a su entrenamiento y sus competencias. “Enard siempre paga, pero la Secretaría de Deportes este año estuvo bastante floja, creo que ahora ya nos deben tres meses”, dice Daniela.
Los sueldos dependen de los resultados en los campeonatos y de las distintas categorías: “Dentro del equipo no todos cobramos lo mismo. Uno debería poder vivir de esto sin necesidad de otro ingreso, pero si todos los meses Enard paga y la secretaría no, es como que vivís con la mitad de tu sueldo”. “Este año fue duro, hasta Rio nos pagaron bastante bien, después ya empezaron las irregularidades. Estamos bastante enojados y todos los meses nos comunicamos entre los atletas y las federaciones a ver si ya cobraron”, dice la medallista.
Hay otras cuestiones de reglamento que afectan al sostenimiento de un deportista de alto rendimiento. En el caso de Daniela, el Enard no le reconoce el diploma paralímpico, sólo lo hace con los diplomas olímpicos. Hoy está cobrando por su logro de Medalla de Oro Panamericana.
Juegos Adaptados Evita en Resistencia
El mes pasado, la ciudad de Resistencia fue sede de los Juegos Evita de Deporte Adaptado. Por primera vez, se abandonó la tradicional Mar del Plata y se arribó a una provincia en este evento.
“Me parece fantástico y me emociona mucho que se pueda hacer en el Chaco, pero estaría bueno que a raíz de esto se pueda comenzar a articular con distintas federaciones, acciones para que esto sirva de semillero”, dice Daniela. Y así como los Juegos Evita convencionales han sido la cuna de grandes deportistas, así también sueña ella que estos no se queden en un “trabajo social y nada más”, que el atletismo paralímpico esté presente en el país y en el mundo, mediante una política de estado.
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