Por Eugenia Barberis

Tener más de 40 años y sentirse una millenial parece una contradicción andante. Sin embargo, puede que no lo sea. Hay muchos youtubers de esa edad o mayores, que triunfan en sus canales, ofreciendo contenidos a demanda de lo que requiera cada público. 

En este caso, me interesa recomendar un perfil: el de Paulina Cocina (https://www.youtube.com/user/paulinacocina). Es una propuesta en el que aparece como telón de fondo casi permanente el juego, lo lúdico, lo divertido; sin olvidarse de lo que nos convoca a casi todos, todas y todes: la comida.

Paulina es una cocinera que ofrece “recetas fáciles de preparar, con ingredientes que tenés en casa, MEAL PREPS para que no cocines en toda la semana, yo con los pelos parados, yo con el pelo planchado, postres fáciles y rápidos, recetas saludables, chorizo lovers, trucos de cocina… en este canal hay de todo”.

Tiene más de un millón de seguidores y, para los que no lo saben, eso significa que la plataforma youtube le paga al dueño del perfil cada vez que alguien reproduce alguno de sus videos. Por lo que estuve investigando, es una lógica bastante compleja pero claramente, además, ganan además en términos de publicidad y también por canjes, que es otra de las formas que tienen los medios de comunicación de comercializar servicios, prácticamente copiada del trueque, nada desdeñable en los tiempos que corren. No cualquiera alcanza esa cantidad de suscripciones, digamos todo. 

Ella es más que una cocinera que sube videos o que una youtuber que muestra recetas: la última variante que encontró es organizar una vez por mes “La Mesota”, emulando claramente a la legendaria Mirtha Legrand, muchísimo más descontracturada ya desde los invitados (otros youtubers, instagramers y otras yerbas emergidas de la millenialidad) hasta el lugar donde lo graban, la plataforma en la que aparece, la periodicidad y hasta el lenguaje y los tópicos que se permiten.

También se autopromociona en las redes sociales (yo particularmente la sigo en Instagram), donde todos los días ofrece recetas, historias y hasta videorreacciones -en las como su nombre lo indica, miran un video y reaccionan- dónde desde un lenguaje divertido opina sobre otros cocineros, otras recetas o simplemente nos alegra el día con videos de animalitos… 

No es necesario que uno tenga ganas de cocinar y aprender nuevas recetas, pedir recomendaciones sobre cómo guardar las verduras después de ir a la feria, entre otras cosas, aunque es especial para eso. Simplemente alcanza con querer ver algo divertido en una sala de esperas, antes de dormirse o en medio de un desvelo. Paulina Cocina es más que una simple cocinera, es una unidad de negocios en sí misma que entendió que la clave del entretenimiento es mostrarse -al menos mostrarse- descontracturada. Al menos conmigo, lo logra. Si la quieren conocer pueden empezar por sus redes sociales, o ir directamente a su canal de youtube, donde podrán comprobar lo que les digo. O no, y en ese caso, ¡los leo!