Ver Blondi


Esta historia llevada a la pantalla grande aborda, con rasgos de simplicidad y ternura, la relación entre una joven madre y su hijo, en donde todo y nada parecen estar dentro del núcleo de lo endogámico, donde los gustos se encuentran mucho más cercanos a la negociación continua que a las exigencias y límites más aceptados y naturalizados en este tipo de relación. Es la historia de una mujer adulta que no ha dejado atrás ciertos comportamientos usualmente asociados a la nocion de madre “soltera” de un hijo que tuvo a los quince años y con el cual mantiene una relación tan cercana . Con un relato que bien podría haber descarrilado hacia la banquina del costumbrismo o chocado de frente con el psicologismo lacrimógeno, Fonzi construye una comedia inteligente sobre el crecimiento y la maduración, la maternidad como un estado permanente y la familia como vórtice de amores y conflictos. Una comedia con estupendo timing, mucho porro y una banda de sonido que hace un uso particular del famoso disco debut de The Velvet Underground. Creo que Blondi es un film feminista, de alguna manera, porque muestra a mujeres que viven su vida sin seguir demasiado los mandatos de la sociedad, con cierta libertad, pero también lo es porque el protagonista podría ser un hombre. Y eso es el feminismo, ¿no? Poner en igualdad los vínculos, los derechos, los beneficios. Cualquiera puede ser Blondi
«Blondi es una historia que muestra el vínculo de la joven protagonista y el adolescente, pero también muestra un vínculo de dos personas que se caen bien, que no tienen caretas, y quienes les gusta compartir la vida. Un vínculo en el cual, ambos expresan con sinceridad lo que les pasa y además, manifiestan lo que les gusta esa relación, y no por su vínculo sanguíneo, sino por quienes son; en definitiva, lo que debería pasar en toda relación».