Escuchar a Sol Mihanovich
Por Eugenia Barberis
Hay momentos en que la vida nos sorprende gratamente. En este caso, a Sol Mihanovich empecé por seguirla en las redes sociales (Instagram, concretamente). Y me pareció de una calidez y autenticidad pocas veces vista.
Pero tenía un fuerte ¿prejuicio? porque había crecido escuchando a su tía Sandra, casi desde la cuna porque era del gusto de mis padres. Y después por propio gusto personal. Así que la seguí más que nada en redes, no dándole muchas chances en cuanto a lo musical.
Lo que sí veía es que tenemos gustos muy parecidos, empecé incluso a escuchar a artistas que ella misma recomendaba, sus listas de Spotify, vi que estaba haciendo un espectáculo de rock nacional para chicos en Buenos Aires y me pareció tremenda idea, pero de su música… no sabía nada. Hasta que tuve la oportunidad de escucharla junto a Sandra en un programa de televisión. Y creo que es un camino de ida.
No sólo ratifiqué que es una artista sin vueltas, sin dobleces, sino que tiene una voz de una dulzura enorme. Y, por lo poco que pude ver, una gran destreza musical. Entre otras, compuso una canción para su abuela (parece un exceso de cholulez, pero es la reconocida periodista Mónica Cahen D’Anvers, ni más ni menos): “Mi persona favorita”.
Cualquier cuestionador serial diría que tuvo en parte el camino allanado y podría estar en lo cierto. Sabemos que las oportunidades no florecen como yuyos y quienes nacen en cunas bendecidas pueden tener más chances a mano. Pero es necesario destacar que para eso hay que tener con qué sostener ese talento heredado y que, necesariamente, de cualquier modo, significa trabajar más y mejor, que no es poca cosa.
Ni que decir de ser mujer en una cultura patriarcal y querer hacer música. Sin ir más lejos, esta semana nuestros legisladores aprobaron un cupo femenino para los festivales porque la asimetría también en ese ambiente es enorme. Puedo asegurarles, sin conocer mucho de su historia pero sin temor a equivocarme, que no la tuvo fácil.
Así que ahora me encuentro ante un nuevo descubrimiento, ese que hace que veamos como nuevo lo que seguramente estuvo frente a nuestros ojos durante mucho tiempo.
Un capítulo aparte se merece la ventana en Instagram por la que nos deja espiar su vida. Tiene dos niñas pequeñas, hermosas, que como otras de su edad sueñan con ser youtubers, pero al mismo tiempo crecen rodeadas de una musicalidad amorosa que inevitablemente conduce a la creatividad y la alegría.
Ojalá tengamos la oportunidad acá en el Chaco de poder ver su espectáculo, cualquiera sea el que esté haciendo. Porque como sucede con los artistas que aprendemos a querer sólo nos importa estar cerca para poder apreciarlos mejor. También creo que es digno de destacar que hace uso intensivo -como la mayoría de los que tienen algo para decir en estos días- de las plataformas que ofrece Internet. Por eso les dejo sus links para que, si se lo permiten como yo, la puedan conocer mejor.
https://www.youtube.com/channel/UCyxiX2XxeeuB6zmA9zdHMhw/about