Juana Manuela Gorriti, escritora de la Patria
Una mujer, como tantas otras voces silenciadas, es protagonista en el proceso independentista de nuestra Patria. Se llama Juana Manuela Gorriti. Desde las letras y el debate se abre camino, toma la palabra y empuña la pluma. Publica su propia obra, desarrolla proyectos editoriales junto a otras mujeres y es reconocida por su labor. Interviene en los debates de su época reclamando un lugar como escritora, pero también como mujer y sudamericana.
Cada 9 de julio se celebra en nuestro país el Día de la Independencia, recordando la declaración de 1816 del Congreso General Constituyente reunido en Tucumán. Las efemérides son parte de la vida escolar y también social. Constituyen un modo de construir pertenencia nacional y es una herramienta para que los y las ciudadanas se sientan parte de ese “nosotros y nosotras” que es la Argentina.
Pero, por mucho tiempo, las efemérides han hecho eco de los acontecimientos más significativos de la historia desde una mirada patriarcal, dejando fuera de la historia a las mujeres y a otros colectivos silenciados. Es tiempo de mirar en clave de géneros, resignificar estas figuras y poner en valor la lucha de todos y todas las personas cuyo rol fue fundamental en la construcción de una identidad nacional.
Juana Manuela Gorriti nació en Rosario de la Frontera, provincia de Salta. No hay acuerdo sobre la fecha precisa del nacimiento: algunos historiadores la sitúan el 15 de junio de 1816, otros el mismo día pero del año 1818. Formó parte de una familia que fue protagonista en las luchas por la Independencia: era hija de José Ignacio Gorriti, representante por Salta en el Congreso de Tucumán (1816) y luego gobernador de esta provincia. También lo fue su tío, Juan Ignacio Gorriti, que a la vez había representado a Salta en la Junta Grande, en 1811. Su familia mantuvo, además, estrechos vínculos políticos con Martín de Güemes.
Independencia, un concepto que también debía incluir a las mujeres
¿Qué significaba la Independencia para las mujeres si, en las condiciones de esa nueva sociedad que surgía en las primeras décadas del siglo XIX, quienes eran libres, a la vez, dependían de sus padres y esposos? La historia de Juana Manuela puede dar algunas respuestas a los interrogantes que abrió el proceso independentista.
Juana Manuela Gorriti generó diversas iniciativas que habilitaron nuevos espacios para las mujeres. En Lima y en Buenos Aires organizó tertulias en las que invitaba a las mujeres a ilustrarse y a escribir. Aceptaba e incluso fomentaba que las mujeres asistieran a estos sitios con sus hijos e hijas. Se encargó de promover un público lector femenino y editó revistas junto a otras mujeres. Escribió relatos sobre mujeres destacadas en la historia argentina y sudamericana, como el caso de Camila O’Gorman y el de Juana Azurduy.
En sus textos literarios las mujeres ganan protagonismo, y no sólo las que formaban parte de las familias patricias sino también de los pueblos originarios. Muchos de sus relatos cuentan la historia de mujeres asesinadas por varones mostrando, de este modo, una dimensión social de la violencia no siempre atendida en las reconstrucciones de la época.
Su familia era de extracción unitaria; sin embargo, las mujeres federales ocupan el centro de la escena en varios de sus cuentos sin por ello ser demonizadas, como por ejemplo en “La hija del mazorquero”. Una de sus mayores audacias, como sostiene la escritora y ensayista Cristina Iglesias, ha sido la de escribir sobre aquello que estaba autorizado sólo a los varones: los conflictos políticos, el drama de la historia argentina. En 1848 escribió “La quena”, una pieza clave del romanticismo argentino. La escritora y crítica literaria Mariana Enríquez ha puesto énfasis en los procesos de retraducción de la literatura gótica que aparecen en la obra de Juana Manuela Gorriti, llena de fantasmas, en general femeninos, que acechan a los vivos.
En cualquier caso, su obra se conectaba así con el problema de la autonomía cultural, cuestión abierta por el proceso independentista: cómo decir y pensar, con los propios medios expresivos, aquellos problemas que atañen a la condición humana. En sus últimos años viajó a Buenos Aires, en el momento en que se consolida el Estado Nacional, de manera que el principio y final de su vida coinciden con el inicio y el cierre del proceso independentista.
La biografía de Juana Manuela Gorriti permite comprender que la Independencia, además de declararse, tuvo que ser conquistada y reafirmada día a día. En este sentido, Gorriti abrió caminos no sólo para las mujeres de su tiempo, sino también para las venideras. La autonomía política plena que se declaró en 1816 no fue el punto de llegada, sino el punto de partida de un problema de más larga duración: el de la autonomía cultural de las nuevas repúblicas.
Reconstruir la historia de Juana Manuela Gorriti supone, entonces, volver a retomar la discusión sobre los libros y los textos que tornaron legible nuestra propia historia. Su biografía asume una significación histórica singular, pues se trata de una escritora mujer y sudamericana que tiene que hacerse un lugar en la llamada “república de las letras”. Su nombre forma parte de una “tradición selectiva” que la recupera en tanto escritora que inició un camino en el mundo de las letras en un contexto político complejo, que sirvió de espejo a otras autoras para intervenir en un tiempo presente no menos complejo, como en el caso de la novela “Juana Manuela mucha mujer” de Martha Mercader, publicada en 1980.
Teniendo en cuenta que las letras eran un espacio “colonizado” por los varones, su historia nos permite pensar los efectos de la Declaración de la Independencia a través de uno de los actos más radicales que habilitó este acontecimiento: que una mujer sudamericana pueda escribir la Patria.
Fuente: Seguimos Educando – Ministerio de Educación de la Nación
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