Desde el norte se enciende una luz juradista


Se realizó hace unas semanas el primer juicio por jurados en el Chaco, la cuarta provincia a nivel país que aplica este sistema que implica una participación de la ciudadanía en el Poder Judicial. La opinión del juez de Cámara del Chaco, Víctor Emilio del Río, integrante del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP)-Chaco.
Por Víctor Emilio del Río
No es fácil tener una justicia acorde a los nuevos tiempos de las democracias, ni menos aún poder contener tantas demandas sociales que exigen a los estamentos estatales acudir prontamente. Y seguramente uno de los reclamos más acuciantes es el de justicia pronta, independiente y eficaz.
En el norte del país, Chaco dio un nuevo paso al asegurar un sistema acusatorio que responde a las garantías básicas de independencia, imparcialidad, bilateralidad y participación popular. En 2015, sancionó su Ley de Juicio por Jurados para los delitos penales más graves, luego no se pudo implementar ya que requería que el Poder Ejecutivo Provincial realice el sorteo del padrón electoral. Finalmente se lograron los consensos políticos e institucionales, para que se sortearan, en agosto, 438 ciudadanos de la Primera Circunscripción Judicial, Resistencia.
La forma en que se realizó la notificación de los ciudadanos para constituir la lista anual fue singular. La ley confiaba la tarea a una oficina del Poder Ejecutivo, que contaba con poco personal, por ello desde el Poder Judicial se convocó a conformar un grupo de voluntarios. Las primeras notificaciones las realizaron la Presidenta del Superior Tribunal Provincial, Emilia Valle, jueces, fiscales, defensores, funcionarios y personal judicial, que visitaron los domicilios de los ciudadanos sorteados fuera del horario laboral e incluidos fines de semana.
La jueza Alicia Cáceres de Pascullo fue sorteada, como lo establece la ley de jurados, para el primer juicio por el crimen de Lorena Saucedo, ocurrido en febrero. A los pocos días, convocó a la audiencia preliminar para discutir la utilidad y pertinencia de las pruebas y los acuerdos probatorios. Luego convocó a la audiencia de selección de jurados, donde se sortearon 40 personas de la lista anual citándolas para la audiencia de recusación, en la cual finalmente se seleccionaron 12 titulares y 2 suplentes.
El juicio se concretó el 11 y 12 de noviembre con una sala auditorio repleta de autoridades provinciales, la familia de la víctima y periodistas. Al inicio, la jueza tomó juramento a los jurados y ellos prometieron: «(…) en nombre del Pueblo, examinar y juzgar con imparcialidad y máxima atención la causa, dando en su caso el veredicto según su leal saber y entender, de acuerdo con la prueba producida y observando la Constitución de la Nación y de la Provincia del Chaco y las leyes vigentes»
Hay un antes y un después del juramento en la historia de la justicia del Chaco, ya que ese momento constituyó un símbolo definitivo de empoderamiento del pueblo con un mandato constitucional que les fue negado durante un siglo y medio. El sueño de nuestros constituyentes de reformar la justicia mediante la instauración del juicio por jurados se hizo plenamente operativo en Chaco. Se concretó definitivamente un sistema acusatorio pleno.
El segundo día al mediodía se finalizó con la recepción de testimoniales, por lo cual la jueza impartió las instrucciones finales y envió a los jurados a deliberar. A las dos horas, comunicaron que habían alcanzado un veredicto unánime. La tensión se sentía en la sala, el vocero del jurado leyó el veredicto de culpabilidad para Fernando Aguirre por los delitos de Homicidio Agravado por el Uso de Arma de Fuego de Lorena, y de Tentativa en iguales delitos, contra su hermana y un sobrino. La emoción fue enorme, la jueza agradeció la función histórica y noble del jurado.
Fue maravilloso ver el comportamiento de los jurados, no solo con su predisposición para cumplir con la tarea asignada, sino con la atención que siguieron cada una de las etapas, incluso impacta cómo sus rostros cambian al asumir la responsabilidad de decidir sobre la culpabilidad de un par.
En Chaco, nuevamente hicimos Patria, lejos de los centros de poder económico, siendo una de las provincias con mayores carencias; fuimos capaces de poner en marcha un sistema de justicia que descansa centralmente en las decisiones del pueblo bajo la guía de un juez técnico. Una provincia sin grandes presupuestos, que se anima a apostar hacia el futuro. En el norte de Argentina se iluminó un faro juradista.
(*) Juez de Cámara del Chaco. Integrante del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP)-Chaco.
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