¿Qué hacemos por los pibes?
Por Cecilia Solá*
-Profe, pero yo lo quiero.
Gise me mira, angustiada, le tiembla una lágrima entre las pestañas, que mantiene bajas, para ocultar la vergüenza.
Gise tiene 15 años y un novio de 17 que ayer le pegó una cachetada.
Hace seis meses que están de novios » en serio «.
_Él no es malo, profe, usted lo conoce, no es malo- me dice, y hay un acento desesperado en su voz. Necesita que yo le confirme que no está equivocada, que Germán no es un monstruo.
Yo lo conozco a Germán. Es un pibe callado y serio, casi hosco.
Nos costó mucho que no dejara la escuela, después de que repitió, y encima lo suspendieron por agarrarse a trompadas con un compañero del curso al que no pasó.
Germán no es malo. Pero es violento. Lo veo en la forma en que la aísla de las otras pibas, y en el gesto de desagrado que pone cuando algún compañero le habla a ella.
La mamá de Germán vino a hablar a la escuela cuando lo suspendieron. Es una mujer joven, más joven de lo que podrías esperar, no sé si llega a los 40. Y Germán es el más chico.
Sonreía nerviosa, se pasaba las manos por los brazos, como si tuviera frío, y nos decía que Germán no es malo, pero que sacó el carácter del padre.
«A la antigua, vio. Resuelve todo con una mirada, cuando él está en casa, no vuela una mosca».
Me imagino como es una casa donde no vuela una mosca, y no me gusta.
Y me pregunto cuando empezó a pensar Germán que ser un hombre es que en tu presencia no vuele una mosca. Ni suene una carcajada o griten chicos jugando.
¿Cuando empiezan los pibes a construirse machos?
¿Quiénes y como avalan ese aprendizaje de dientes apretados, puños cerrados , voces cortantes, órdenes inapelables?
No nacen violentos.
Ni misóginos.
Ni homolesbotransodiantes.
Aprenden.
Lo enseña el contexto, y los medios y un tío que te grita puto si no les silbás a las chicas, un padre que te lleva de putas a los 14, un compañero que te dice gil si tu novia usa pollera corta , un presidente que dice que a todas las mujeres les gusta que les miren el culo y una conductora de tv que pide un aplauso para la familia del violador y llama al abuso sexual infantil, » cosas que pasan «
¿Qué hacemos con los pibes ?
Podemos mirar para otro lado y decir que Germán es una mierda y Gise es una tonta.
Podemos esperar a que Germán crezca, junto con su violencia.
O podemos buscar, como escuela, como sociedad, la forma de darle herramientas para desaprender, antes de que sea demasiado tarde.
Porque sí los pibes aprenden la violencia, tiene que existir la forma de desaprenderla.
Y es nuestra responsabilidad , como sociedad, ayudarlos a hacerlo.
*Escritora, profesora. Este cuento forma parte del libro, aún sin publicar, que editará Sudestada
Categoria: Textual | Tags: Derechos humanos, Educación, familia, Género, Sociedad, violencia de género | Comentarios: 1
Paulino
12 junio, 2019 at 9:50 pm
Como desaprendemos los mayores?… Para poder ayudar a nuestros jovenes