Vaca huye camino al matadero

Por el


El titular del diario parecía una broma:

«Vaca huye camino al matadero, quiebra cerca metálica, rompe brazo humano y nada hasta isla deshabitada donde todavía sobrevive.»

Pensé que había leído mal y volví a leer:

«Vaca huye camino al matadero, quiebra cerca metálica, rompe brazo humano y nada hasta isla deshabitada donde todavía sobrevive.»

Vaca huye, murmuré, mientras me cepillaba a los dientes y miraba mis propios ojos, que me devolvían la mirada desde el espejo sucio del bañito.

Camino al matadero, pensé, agarrando las llaves.

Estaba nublado y hacía calor, creo que era viernes. Lloviznaba finito y había que ponerse el piloto y sudar y andar así, sin distinguir si me transpiraba la frente o me llovían las axilas.

Puse la SUBE en el lector, crucé el molinete y con la impunidad de los auriculares, exclamé:

¡Rompe cerca metálica!

Una señora me miró con impaciencia.

El subte llegó hasta las pelotas. Cuando las puertas se abrieron, le di paso a una embarazada que salió repartiendo codazos, murmurando palabrotas.

Miré la hora en el celular. Este era el último tren que me dejaba a tiempo en el centro, así que tuve que meterme al vagón a matar o morir.

Los que venían atrás de mí también llegaban tarde y me empujaron con mala leche, para estrujarme contra el vidrio opuesto, a ver si hacía lugar. Ellos también decían groserías.

El bicho de metal se puso en movimiento con un tirón que apenas nos hizo tambalear, pero alcanzó para que una mujer a mis espaldas perdiera el equilibrio sobre los tacos y se me viniera encima, en un efecto dominó de carne obrera que acabó conmigo sobre el cuerpo de pajarito de la pasajera apoyada en la puerta.

¡Mi brazo, animal!, protestó.

Llegamos a Estación Bolivar con minutos de retraso. En Independencia habíamos perdido un buen rato: las puertas no cerraban, de la cantidad de gente que viajaba.

Nadé en un mar de oficinistas bajo Avenida de Mayo y cuando alcancé la superficie, una ola de vendedores ambulantes y cadetes me atrapó y me arrastró hasta la mitad de la calle, donde giré para esquivar una corriente de chicos call center, con sus camisas arrugadas bajo la campera de roquero.

Di un par de brazadas, alcancé Rivadavia y a contracorriente llegué al edificio. Me zambullí en un ascensor inundado de perfume y un poco mareada, llegué a la isla, prendí la computadora y me preparé un café instantáneo.

Mientras tipeaba la contraseña, abrí el primer cajón, saqué el polvo compacto y lo abrí.

Del otro lado del espejito redondo, la vaca me miraba enojada.

Nadaste hasta el matadero, imbécil, me dijo.

 

Publicado en Épica Urbana

agenda bohemia

El Arbol Amarillo Libreria Infantil

Categoria: Textual | Tags: | Comentarios: 0

Sé el primero en escribir un comentario.

Deja un comentario



Apoyá a la Revista


Si llegaste hasta acá es porque te interesa nuestra mirada hacia la sociedad y la manera comprometida con la que hacemos periodismo. Somos un medio autogestionado, alternativo, enfocado en temáticas de género y derechos humanos. Vivimos tiempos complejos y solo podemos seguir creciendo con tu aporte voluntario.



revista bohemia donaciones

DONAR
$500



revista bohemia donaciones

DONAR
$1.000



revista bohemia donaciones

DONAR
$2.000




Te sugerimos estos montos, pero si querés ayudarnos con otro importe, podés hacerlo en este CBU 3110016611001019972012 / Alias: ProyectoBohemia. Si tenés alguna duda, escribinos al correo bohemia.prensa@gmail.com



Últimas Notas


Ampliación de Licencias Familiares: el camino hacia la crianza compartida
Economía de Género

El sistema económico se sostiene por la red de cuidados y tareas domésticas que realizan mayoritariamente mujeres.

VER MÁS




Requieren a juicio la causa contra el empresario Mauro Frugoni Zavala imputado por abuso sexual en la infancia
Abuso sexual en la Infancia, Justicia

Fue procesado por el delito de Abuso Sexual Simple, reiterado, agravado por la calidad de autor, contra una niña que entonces tenía tres años. Esperará el inicio del...

VER MÁS




Rita Segato: «Bullrich y Milei son opciones suicidas, son goles en contra»
política, Sociedad

La antropóloga intenta desandar el camino que llevó a Milei y a Bullrich a obtener los resultados que los acercan a la presidencia.

VER MÁS




Pablo Caprarulo: “busco que mis fotos tengan la calidez de un instante irrepetible”
Sin categoría

El fotoperiodista Pablo Caprarulo, ingresó a la exposición con una fotografía de los festejos de la Copa del Mundo en Resistencia

VER MÁS




Alerta! Registro de obstructores.Cuando las infancias no son la prioridad
Abuso sexual en la Infancia

El proyecto de ley ha generado un amplio rechazo por no respetar el derecho constitucional de escuchar y proteger a las infancias

VER MÁS




El batacazo de Milei
política

Es el Mesías que a los gritos descontrolados promete sueños, que genera esperanza porque es el que todavía no fracasó

VER MÁS