Robótica en la UNNE. Una apuesta a la capacidad del NEA


“Porque es un terreno virgen. Porque todavía en la región, no hay gente capacitada. Esta especialidad los prepararía para el el mantenimiento, reparación y diseño de sistemas automatizados”. Gerardo Bravo es ingeniero electromecánico, se recibió en el 2005 en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Su tesis fue un prototipo en pequeña escala de un brazo mecánico-robot con el cual obtuvo un premio nacional.
El trabajo consistió en la obtención del modelo matemático del brazo, su diseño mecánico, eléctrico y electrónico, la construcción y el control de movimientos que le permitiera realizar las diversas operaciones que se le solicitara.
Con eso obtuvo el premio de la Asociación Argentina de Control Automático (Aadeca), la competencia más prestigiosa de electromecánica del país, luego de competir con trabajos de mayor presupuesto de prestigiosas universidades, como la Universidad de Buenos Aires (UBA ), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) o la Universidad Tecnológica Nacional de Córdoba (UTNC).
Este trabajo fue acompañado por las autoridades de la facultad y los profesores que lo asesoraron y le dio la oportunidad de comenzar a construir un camino para que los alumnos puedan aprender y desarrollar conocimientos de robótica.
Paso a paso
Primero vino una beca para un posgrado en la materia.Después en el 2010, junto a su colega, Alberto Rauch, acompañaron a tres alumnos en el desarrollo de otro brazo, en este caso similar al que utilizan en la industria automotriz, cimentando la idea de acompañar e incentivar a los alumnos en la concreción de sus proyectos.
El instrumento constaba de partes de aluminio y ensambles mecánicos que le permitían, de una manera muy avanzada para la región, mover, trasladar y realizar tareas seriadas con objetos que pesen hasta 5 kilogramos.
Mientras recorremos los nuevos espacios que está construyendo la Universidad para los departamentos de Mecánica y Electricidad, muy cerca del Campus por Av. Castelli, Gerardo cuenta a Bohemia que desde hace tres años está a cargo de dos cátedras: Programación automática y Electrónica 2
A través de una de las ventanas del laboratorio observamos una docena de placas solares que cuando hay buen sol, permiten abastecer de energía a las lámparas que iluminan el edificio. Adentro, la charla, continúa sobre las expectativas que les genera que casi todos los estudiantes de electromecánica se estén volcando a la especialidad ‘automática’ en dónde la idea es trabajar con conocimientos que tengan que ver con la electrónica, con la neumática, con la mecánica. Lo que se llama metatrónica
Si bien la especialidad siempre existió, en los últimos años incorporaron algunos cambios buscando aumentar la calidad con la que se dicta la materia y la metodología, incorporando el trabajo con prototipos. Además, se implementó la Práctica Profesional Supervisada (PPS) “que nos está dando muy buenos resultados, porque los alumnos salen conformes”, dijo satisfecho Bravo.
Sobre las mesas de trabajo se apoyan los prototipos con los cuales trabajan en la materia: un seleccionador de objetos por colores, un caudalímetro “que fue parte de la demanda de una empresa” que es la que les propuso fabricar ese dispositivo. Pero también hubo un prototipo de un dispositivo de alarma para cosechadoras de granos y una cerradura electrónica, entre otros desarrollos logrados por los estudiantes.
Las cátedras trabajan de manera colaborativa con el Departamento de Mecánica como parte de un proyecto. El ingeniero Bravo es el vocero para Bohemia, pero son varios los profesores que apuestan al potencial de sus alumnos.
Eduardo Cirera junto a los ingenieros Gerardo Bravo, Julio Comparín, Marcelo Adotti y Gustavo Veroli están embarcados en el proyecto que permite que los prototipos que se desarrollan en diferentes cátedras puedan pasar las pruebas y ensayos de impresión 3D en el Taller de Mecánica de la Facultad, con la colaboración de alumnos becados.
Para conocer el taller cruzamos la avenida Castelli y nos internamos en uno de los cuerpos de la Facultad de Ingeniería que, explica Bravo, van a ser demolidos en los próximos meses, cuando terminen el edificio nuevo. En el taller trabajan con impresoras 3D a través de las cuáles pueden poner en práctica los modelos que desarrollan en la materia durante los cuatro meses que dura su cursado. Tiempo que (le hacemos saber) nos parece escaso para la complejidad de los saberes.
“Hay que ser conscientes de que son electromecánicos, no son expertos en informática, no son expertos en electrónica, sino que están ahí. Un poco y un poco. La idea es que cubran la brecha entre los que son netamente electrónicos y los que son mecánicos. Se trata de que se nutran esas tres partes (electrónica, informática y mecánica)”.
En una entrevista radial, el decano de la Facultad de Ingeniería de la UBA opinó sobre por qué los números dicen que en las carreras de ingeniería del país aumentó la cantidad de ingresantes pero descendió la de egresados. Uno de los argumentos que ensayaba estaba ligado a la necesidad que seguir trabajando en el fortalecimiento de las que él llama todavía “escuela industriales” en donde los estudiantes tienen una aproximación a determinadas materias que permiten luego en la universidad transitarlos con menos dificultades.
Mientras tanto, a mil kilómetros de distancia, un profesor de ingeniería de la Unne nos cuenta cómo trabajan para aumentar la cantidad de alumnos en la orientación, cómo hacen para entusiasmarlos con la robótica.
Especialistas en robótica de la Unne
“En un futuro, que puede ser próximo, una de las aspiraciones es abrir una especialidad en dónde el ingeniero electromecánico o afines se haga especialista en el área automatización industrial.Esa es nuestra aspiración”, afirma Gerardo Bravo. Y los pasos se están construyendo. Y nos imaginamos puentes que los unan a los estudiantes secundarios, sobre todo aquellos que vienen transitando escuelas técnicas en las cuales se encuentran con profesores que también creen en ellos y los animan a pensar, crear, construir y llevar sus creaciones a diferentes ferias y concursos del país para que reafirmen lo que ellos mismos sospechan:Que son tan capaces como otros chicos del país y del mundo. Pero para eso necesitan directores,maestros,decanos, profes que apuesten a eso. Y que también lo hagan los que gobiernan la provincia y el país.
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